No
hay misterios.
Cualquier
misterio hoy en día termina de serlo en un documental de la dos o en
cuarto milenio, bromas aparte la elaboración de acuarelas es una
tarea sencilla que cualquiera de vosotros podéis realizar, y no se
complica mas allá de las necesidades personales, tanto de pintura
como de conocimientos de cada uno.
El
peor de los errores es pretender elaborar un color como el que
compramos en la tienda, entonces es mejor adquirirlo directamente,
ahorraremos tiempo y seguramente una decepción. Antes de comenzar
debemos saber que cualidades queremos que tenga el color: densidad,
brillo, intensidad… y experimentar con la composición hasta
conseguir nuestro objetivo. Por otra parte no somos una maquina que
añade porcentajes matemáticos fijos para fabricar un producto de
resultado homogéneo, esto hará que nuestro color no sea exacto a
otro fabricado por otro pintor y esto le dará a nuestra obra un algo
especial y particular que solo le podrán dar nuestros colores.
Básicamente
la pintura a la acuarela se obtiene al mezclar un pigmento (color)
con goma arábiga (aglutinante), a partir de ese momento se pueden
adicionar una serie de componentes, o variar su cantidad hasta
conseguir la calidad que pretendamos.